La extracción del oro necesario para fabricar un anillo mediano de bodas crea aproximadamente 20 toneladas de residuos mineros peligrosos, que a veces se arrojan en los ríos o en el mar y a veces se abandona en el sitio de extracción, como en Sudáfrica.
Estos residuos son tóxicos: para extraer el oro de la mena, las empresas mineras aplican un procedimiento llamado "lixiviación de pila", que consiste en ampliar la mena aurífera (el mineral que contiene el oro) y verter cianuro por encima para que gotee lentamente a través de la pila, extrayendo el oro a su paso. En el mismo proceso, el cianuro también extrae los metales tóxicos, incluidos el cadmio, el plomo y el mercurio. El excedente de cianuro y metales tóxicos en estado líquido termina en una charca de la cual se extrae el oro, dejando atrás un estanque contaminado de cianuro y metales pesados juntos a una colina de mena residual contaminada de cianuro y metales pesados.
Una cantidad de cianuro del tamaño de un grano de arroz basta para matar a una persona, y un millonésimo de gramo disuelto en un litro de agua mata a los peces.
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