viernes, 29 de septiembre de 2017

Tawakkol Karman

Ayer, Tawakkol Karman dió una conferencia a la Casa Encenida: "Libertad de expresión y Derechos Humanos en Yemen".

Para decir verdad, yo no conocía a esta mujer, pero me pareció interesante cuando vi el evento en la agenda cultural.

La presentaron como madre de la primavera árabe en Yemen y la primera mujer árabe galardonada con un premio Nobel, el de la Paz en 2011. Exiliada de su país por sus ideas políticas, sigue trabajando para conseguir la paz en Yemen e instaurar un sistema democrático y justo.

Estas son algunas de las anotaciones que yo escribí en la conferencia de ayer.

Con las revueltas pacíficas de 2011, la llamada primavera árabe, se consiguió derrocar al dictador Alí Abdalá Salé. Asumió la presidencia Abd al-Rahman Rabbuh al-Mansur al-Hadi.

Karman nos contó que desde el 21 de noviembre de 2011 hasta el 21 de septiembre de 2014 Yemen vivió un periodo de transición, más libre y democrático. Proliferaron los medios de comunicación, se crearon asociaciones ciudadanas, hubo mayor libertad de expreción, no hubo represión ni límites en la libertad de expreción.
Se estableció un diálogo nacional por la paz, la libertad y la democracia y con el que se redactó un borrador de una constitución dictada por la ciudadanía.
Ese borrador recogía, entre otras cosas: una socidad más igualitaria, libertad de elección legislativa, reparto de la riqueza  y del poder, 30% como cuota de mujeres ocupando puestos del Estado, prohibición de casamientos a edades tempranas...

Pero el 21 de septiembre de 2014, el derrocado Abdalá Salé dió un golpe de estado apoyado por las milicias hutíes y el estado iraní. Se inició entonces una guerra civil contra la población civil y contra el gobierno que mucha gente consideraba "legítimo".
Irán participa de esta guerra para conseguir su sueño del gran imprerio Persa.
Con este golpe militar y esta guerra se termina con los sueños y los logros conseguidos durante el periodo de transición. Los hutíes restringen las libertades y torturan a disidentes.

El presidente transicional, Hadi, huye a Riad, capital de Arabia Saudí a solicitar ayuda frente a las milicias. Comienza así la segunda guerra, la guerra internacional.
Teniendo por un lado a Irán con las milicias y Salé y por otro a los Aliados Árabes (Arabia Saudí y los Emiratos, liderados por estos últimos), que dicen apoyar al pueblo yemení y querer poner de nuevo al presidente Hadi.
Pero son los ciudadanos los que sufren.
El 70% del territorio yemení ha sido liberado por los Aliados pero Hadi sigue en Riad, bajo arresto domiciliario y no lo dejan volver por los mismos que dicen querer ayudar.
Los territoris liberados están bajo control de los Emiratos, bajo apoyo de Arabia Saudí.
Las torturas son el pan de cada día en las cárceles.
Al nortes están las milicias apoyadas por Irán y al Sur los Aliado Árabes.
Y mientras tanto,  hay ciudades situadas sin medicamentos ni alimentos y se expande por el país una epidemia de cólera.
Este es el resumen que Karman nos hizo de la situación de su país.

A la pregunta de una persona del público sobre qué le diría ella a los refugiados que han huido de los países árabes.

Ella contestó:

Primero le diría a los gobernantes occidentales que las personas refugiadas son víctimas de regímenes tiranos, de mafias terroristas, de la represión y del silencio del resto del mundo y las políticas de los países occidentales.
Siria, Irak y Afganistán son los países que los que más personas huyen, dejando claro que esas personas son víctimas de intervenciones internaciones muy torpes o de una no intervención necesaria.
En definitiva, víctimas del silencio y la indeferencia. Gente que huye del terrorismo y de la tortura. No es justo cerrarles las puertas.
Se debe parar la represión en los países de origen, no se puede permitir una complicidad pasiva.
Las personas árabes son las más afectadas por el Estado Islámico.
Cree que hay una pregunta muy importante que hacerse para entender la situación: ¿quién se beneficia de los atentados del EI?
Según ella: Bashar al-Ásad, porque así, se desvía la mirada hacía lo que hacen los otros y no se ve las barbaridades que él está cometiendo.
Para Tawakkol despotismo y terrorismo es lo mismo, ambos colaboran y representan lo mismo, se protegen y complementan. La paz se consigue con el fin del despotismo y con el fin de la represión.
Para ella está claro: ¡Basta de apoyar las dictaduras!
A las personas refugiadas les diría que se integren en aquellos países en los que son acogidas, que respeten las costumbres de sus habitantes y que no se olviden de las personas que quedan dentro de sus países de origen.

Le preguntaron qué hacer para parar la guerra, esta fue su respuesta:

Habría que declarar un alto el fuego, parar todas las actividades bélicas y entregar las armas al Estado, que debe ser el único que controle el armamento.
Las milicias deberían formar un partido político y renunciar a la violencia.
Crear un gobierno que haga un referendum sobre el borrador de la constitución que se hizo en el periodo de transición y proclamar elecciones legislativas. Habría que hacer justicia transicional para reparar el daño hecho que impida que las personas que han llevado al país a esta situación no vuelvan a ocupar puestos de poder.
Los Aliados Árabes e Irán deben parar los bombardeos a civiles y salir del país.
Los Aliados deben dejar volver al presidente Hadi, que es el presidente legítimo, para que ejerza sus funciones y lidere un proceso hacia una solución política.
Los Emiratos deben devolver a Yemen el control sobre los puertos, los aeropuertos y todos los territorios que tienen bajo su mando.

Para finalizar, tres frases muy claras que nos dijo Tawakkol Karman:

"Los gobernantes occidentales deben aliarse con el pueblo, no con los tiranos."

"Lo único que puedes temer es tu silencio."

"Con nuestro silencio las cosas irán de mal en peor."


Para saber más sobre el Yemen:


Yemen: de la esperanza al caos. Revista 5W

La guerra de Yemen en Carne Cruda

Yemen: Genocidio silenciado

Yemen silenciado en La Cafetera

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