martes, 3 de octubre de 2017

Algodón de Uzbekistán

El uso de agua en las plantaciones de algodón de Uzbekistán, controladas por el Estado, drenaron los ríos que desembocan en el mar de Aral, el cuarto mar interior más grande del mundo.
Por ello, el volumen de este mar se redujo en el 80% entre 1960 y 2000 y la región se convirtió en una paisaje casi desértico.
La reducción del mar Aral ha cambiado por completo el clima de la región, cuyos veranos ahora son más cortos y calurosos, y los inviernos son más fríos, con menos lluvias y tremendas tormentas de polvo.
El polvo transporta sal y pesticidas, incluido el DDT, que causan innumerables crisis de salud pública.
El cultivo de algodón no sólo reduce de forma drástica la cantidad de agua, sino que también perjudica la calidad el agua restante; hay menos agua en todas partes y la que queda está cada vez más contaminada con sustancias químicas de uso agrícola.

(Leído en algún sitio)

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